El Karate es un arte marcial enfocado a la autodefensa que tiene sus orígenes en Japón. La palabra Karate significa “mano vacía”, de ahí que no se haga uso de armas durante los ejercicios de ataque y defensa en este arte marcial.
Durante el aprendizaje de esta disciplina, se hace uso tanto de técnicas de mano como de pierna, lo que permite, con la ayuda de posiciones en equilibrio y respiraciones, alcanzar altos niveles de potencia y velocidad.

La finalidad del Karate va mucho más allá de ser un método de combate. Se trata de una disciplina que ayuda a conocerse a uno mismo de una manera más profunda, permitiendo así superar los límites. Esta disciplina deportiva cuya filosofía está basada en valores como el respeto, el autocontrol y la conducta ética, va más allá de la mera actividad física, ya que presenta elementos que son básicos para el desarrollo integral de la persona y de su comportamiento frente a la sociedad. El uso de la energía propia y la actitud positiva son fundamentales para desarrollar ésta práctica. Podríamos incluso hablar de una filosofía de vida, ya que, además de la autodefensa, enseña qué actitud tomar frente a aquellas situaciones diarias que puedan resultar difíciles.

Además de las técnicas, la concentración y el respeto son clave. Cuando se educa en esta disciplina, se educa también para la vida, pues nadie es más que nadie.
Los cambios hormonales experimentados durante la adolescencia hacen que los niños y jóvenes se comporten muchas veces como una bomba a punto de estallar. Por otro lado, esto les convierte en ocasiones muy influenciables y vulnerables, lo que puede llevarlos por un mal camino e incluso a ser víctimas de acoso escolar.
Una base de defensa personal permite tener las herramientas adecuadas para ser capaces de defenderse y así aumentar la seguridad en sí mismos, eliminando por completo su vulnerabilidad.

Esta etapa del crecimiento está repleta de cambios que en la mayoría de las ocasiones no resultan nada fáciles y que, dependiendo de factores como la autoestima o la fortaleza, pueden afectar en mayor o menor medida su desarrollo personal y social.

Múltiples estudios han demostrado que mediante la práctica de las artes marciales se consiguen efectos muy beneficiosos para los adolescentes en general, especialmente para aquellos que manifiestan problemas de conducta o emocionales.

Objetivos:

  • Se ejercitan la autoestima y la asertividad.
  • Mejora de la condición física y las habilidades motoras mediante un trabajo cardiovascular y físico que ayuda a eliminar la adrenalina y combatir el estrés.
  • El equilibrio entre cuerpo y mente beneficia la concentración, lo que se evidencia en una mejora de los resultados escolares.
  • No está orientado a la lucha, sino que potencia la autoconfianza y nos capacita para sentirnos preparados para defendernos, lo que se traduce en una actitud más tranquila y menos desafiante.
  • Ejercita la propia voluntad, la aprobación de las normas de convivencia y la aceptación del propio yo.
  • Se potencia de forma positiva la competencia, pero respetando la igualdad.

“El enemigo es el miedo, la armadura es el amor.”
David Carradine (1936-2009)